Insonaciones

domingo, 15 de abril de 2007

Elefant, de Nueva York para el mundo.

En los ‘90, Nueva York, la capital por excelencia de las vanguardias artísticas, se había quedado sin rock; es más, ésa era casi una mala palabra. Pura tarjeta postal: en eso se convirtió la cuna del punk mientras, en la costa oeste de Estados Unidos, Nirvana y Red Hot Chili Peppers –auspiciados por las camisas escocesas, los jeans desaliñados y la perturbadora MTV– concursaban por el himno de la década más existencialista del rock estadounidense. Situación complicada para cualquier chico que, ante el hervor festivo del house o el discurso incendiario del hip hop, quisiera iniciarse en el rock.

En 2001, con la aparición de Is This It, de los Strokes, el espacio que ocupaban las bandas que se habían subido tarde al tren del grunge de Seattle y los tríos del “bubblegum” punk de Los Ángeles adquirió un matiz refrescante. Se trataba de grupos que no decían nada nuevo, pero redimían con elegancia la impronta sonora del punk neoyorquino de los ‘70. Esa novedad sin ánimos de revival –aunque irónicamente le colgaran el adjetivo “retro rock”– preparaba una pócima que incluía la estética indie legada por Sonic Youth, el desenfreno de MC5 y The Stooges, la penumbra de los ingleses Joy Division y Echo & The Bunnymen, el beat festivo de Gang of Four y, claro, la perorata de Velvet Underground.

Elefant forma parte de la segunda camada de retro rock. “Todo el mundo tuvo sus 15 minutos de fama”, advierte Diego García, vocalista del grupo. “Ahora”, agrega, “estamos viendo a bandas que son buenas, son reales y tienen motivaciones honestas en el arte”. No obstante, el líder del cuarteto neoyorquino reconoce las diferencias de su grupo con respecto al resto de la camada: “La verdad es que las diferencias van y vienen. No creo que nos parezcamos a The Strokes o a Interpol. Me encanta saber que esos artistas, que son contemporáneos a nosotros, son exitosos. Eso es bueno para la música, pero, en muchos casos, las bandas compiten. Tendrían que entender que aquí no hay un ganador ni un perdedor, hay bandas que trascienden por su carácter, aunque también están las que se caracterizan por imitar. Ésas no me causan ninguna inspiración”.

Dos discos le bastaron a Elefant para plasmar su estilo. “Aprendí muchas cosas en nuestros dos álbumes”, admite García, “pero lo más importante fue descubrir lo que nos hacía diferentes. Abrimos una brecha que nos sorprendió y aún estamos tratando de conocernos. El día que terminemos de encontrar nuestra identidad, pegaremos fuerte” (fuente: http://www.metro951.com).




Grupo: Elefant
Álbum: Sunlight makes me paranoid
País: Estados Unidos
Género: Rock retro, rock alternativo
Elink del disco: Elefant - Sunlight Makes Me Paranoid (2003).rar

Fechado del 2003, Sunlight makes me paranoid deja prendado en la primera escucha y acaba siendo un disco impecable, de meloso pop romántico y algo trasnochado.

La banda recuerda a las guitarras de Interpol (como en el espectacular “Misfit”) y a la oscuridad de los Joy Division y The Cure, pero también suena a Bryan Ferry y a pop británico de los ´80 y ´90. Elefant tiene un poco de Pulp, pero con unas bases rítmicas mucho más poderosas, casi envolventes, y sus canciones tienen nombre de mujer (“Annie”, “Ester”).

El disco es una suma de pequeñas gotitas de romanticismo, claroscuros, y temas simplemente perfectos, donde “Bokkie” acapara todo el protagonismo y nos resume un álbum redondo y lleno de energía (fuente: Muzikalia).

Grupo: Elefant
Álbum: The Black Magic Show
País: Estados Unidos
Género: Rock retro, rock alternativo
Elink del disco: Elefant - The Black Magic Show 2006.rar

El segundo disco de Elefant, es un trabajo enorme desde todo punto de vista: canciones, sonido, procesamiento de influencias. Si bien la banda nació en New York, cocinando su propuesta en ese horno que se conoció bajo la etiqueta de Retro rock o Rock garage, la música de Elefant apunta su mirada hacia el rock inglés, donde afloran los colores oscuros de grupos como The Smiths y Echo & The Bunnymen. Entonces, si el primer disco (Sunlight Makes Me Paranoid del 2003 e inédito en Sudamérica) caminaba entre la luz y la felicidad, el segundo lo hace entre las tinieblas y la desesperanza. Diego entona sus canciones como poseído por los espíritus sensibles de Morrissey, David Bowie y Brett Anderson de Suede. Así, le ofrece a su obra un carácter épico que la hace por momentos irresistible.

Sencillos para escuchar y descargar:

Sirens


Bokkie


Now that i miss her


Don´t wait


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